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Introducción
La segunda edición del Informe Sevilla Coopera 2024, pretende visibilizar el importante trabajo que desarrollan las organizaciones no gubernamentales para el desarrollo (ONGD) con sede en nuestra ciudad. Este documento, concebido como una ventana a la cooperación al desarrollo desde Sevilla, evidencia el papel crucial que estas entidades desempeñan en un contexto marcado por una creciente crisis de la financiación al desarrollo.
El informe Sevilla Coopera 2024, fruto del Convenio Sevilla Coopera VII (Nº de Expediente 2/2024), refleja el compromiso compartido de la Asociación Sevillana de ONGD y el Ayuntamiento de Sevilla por fomentar una ciudadanía activa que contribuya a erradicar la pobreza y la desigualdad. A través de este estudio, se ofrece una radiografía detallada el trabajo realizado por las ONGD sevillanas en nuestra ciudad y fuera de nuestras fronteras para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promoviendo un mundo más justo y equitativo.
La Asociación Sevillana de ONGD, una red de 33 organizaciones con una amplia gama de especialidades y una gran experiencia en terreno, representa un tejido asociativo sólido y comprometido con el desarrollo global. Gracias a la colaboración de sus socias, la ASONGD contribuye de manera significativa al total de proyectos de cooperación financiados por el Ayuntamiento de Sevilla cada año. El informe Sevilla Coopera 2024 evidencia la diversidad y el alcance del trabajo desplegado por las ONGD sevillanas, demostrando una vez más su capacidad para adaptarse a los desafíos globales y encontrar soluciones innovadoras para mejorar las vidas de millones de personas en el Sur Global y en nuestra propia ciudad.
Evolución del Presupuesto (2020-2024)
Entre 2020 y 2024, tanto el número de proyectos desarrollados como los presupuestos asignados reflejaron una evolución marcada por fluctuaciones, influenciada por factores estratégicos, prioridades institucionales y disponibilidad financiera. Un análisis más detallado muestra cómo ciertas partidas experimentaron caídas o incluso dejaron de financiarse en el periodo analizado.
El presupuesto municipal para proyectos de cooperación al desarrollo de las ONGD sevillanas mostró una tendencia a la baja entre 2020 y 2023. Sin embargo, en 2024 se produjo una recuperación significativa, superando incluso la cifra inicial.
¿Por qué el presupuesto de 2024 es el más alto?
En la convocatoria 2023 solo hubo 2 modalidades de presentación por la vía convocatoria de subvenciones vía ONGD, concretamente la modalidad A1 (Cooperación sin inversión) y la modalidad C1 (Educación y Sensibilización) y C2 (Proyectos de Sensibilización población migrante y refugiada). Se deja fuera de la convocatoria la modalidad de Cooperación con Inversión y la modalidad Acción Humanitaria, lo que provocó una disminución significativa en el total de la convocatoria.
En 2024 la convocatoria de Subvenciones vía ONGD se recuperan las modalidades A2 (Cooperación con Inversión) y B (Acción Humanitaria), lo que hace que el montante total de la convocatoria de subvenciones vía ONGD suba significativamente.
El análisis comparativo de los datos de las Convocatorias Vía Subvenciones ONGD de 2024 y 2022 (años en los que están disponibles todas las modalidades) revela un aumento del presupuesto total, si bien menos significativo que el que se da entre 2024 con respecto a 2023. La eliminación de la Modalidad C2 en 2023, y su integración en la Convocatoria Sevilla Solidaria, ha influido en esta tendencia.
Estas fluctuaciones presupuestarias impactaron directamente en el número y tipo de proyectos ejecutados. En cuanto a las modalidades:
- A1 (Sin inversión): La más demandada, con el 51.4% del presupuesto y con tendencia al alza desde 2023.
- A2 (Con inversión): Tendencia a la baja, sin financiación en 2023.
- B (Acción humanitaria): Alta variabilidad, sin financiación en 2023.
- C1 (Educación y sensibilización): Presupuestos moderados y estables.
- C2 (Población migrante y refugiada): Menor presupuesto, sin financiación en 2024.
2021:
- A1 (Proyectos sin inversión): Experimenta una disminución del 8,57%, pasando de 700.000€ a 640.000€.
- A2 (Proyectos con inversión): Sufre una reducción más significativa del 28,57%, bajando de 420.000€ a 300.000€.
2022:
- C1 (Educación y sensibilización): Continúa la tendencia a la baja con una reducción del 36%, pasando de 250.000€ a 160.000€.
2023:
- A2 (Proyectos con inversión): Se produce una eliminación completa de la partida, pasando de 300.000€ a 0€.
- C1 (Educación y sensibilización): Sufre el mismo destino que A2, quedando sin financiación (de 160.000€ a 0€).
- C2: Aunque mantiene una asignación baja, no experimenta cambios significativos.
2024:
- C2 (Proyectos de Sensibilización población migrante y refugiada): Eliminación completa del presupuesto, de 50.000,00 € (-100%).
Modalidades de proyectos y ámbitos de trabajo
El principal análisis del Informe Sevilla Coopera 2024 tiene como objetivo los proyectos de cooperación al desarrollo ejecutados con financiamiento del Ayuntamiento de Sevilla durante el período 2020-2023, un conjunto comprendido por 111 proyectos de cooperación al desarrollo ejecutados con fondos municipales. A través de un enfoque tanto cuantitativo como cualitativo, se busca comprender las prioridades estratégicas del Ayuntamiento de Sevilla y el desempeño de los actores involucrados en la cooperación. La categorización de los proyectos se ha realizado principalmente en función de las modalidades de financiación (A1, A2, B, C1 y C2) y los ámbitos de intervención. Asimismo, se han considerado dimensiones secundarias como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o las zonas de intervención.. Este análisis multidimensional permitirá identificar patrones y tendencias más precisas, y evaluar el impacto real de estas estrategias.
Hemos enmarcado la totalidad de proyectos de cooperación al desarrollo en diversos ámbitos de trabajo, cada uno de ellos orientado a abordar desafíos específicos y contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estos ámbitos reflejan las prioridades estratégicas de las organizaciones no gubernamentales para el desarrollo (ONGD) y su compromiso con la construcción de un mundo más justo y equitativo. Los principales ámbitos definidos son:
- Agua y Saneamiento: Proyectos destinados a garantizar el acceso al agua potable y a sistemas de saneamiento básico, especialmente en comunidades vulnerables. Este ámbito es crucial para mejorar las condiciones de vida y prevenir enfermedades.
- Desarrollo Económico: Iniciativas que promueven el crecimiento económico sostenible, la creación de empleo y el empoderamiento de comunidades, con un enfoque especial en la equidad de género y la inclusión social.
- Educación: Acciones orientadas a mejorar el acceso a una educación de calidad, la formación de docentes y la promoción de la educación inclusiva, especialmente en contextos de pobreza y exclusión.
- Emergencia: Proyectos de acción humanitaria que responden a crisis y desastres, proporcionando ayuda inmediata y apoyo a poblaciones afectadas por conflictos, desastres naturales o situaciones de vulnerabilidad extrema.
- Prevención de Violencia:
Iniciativas que buscan reducir la violencia en sus diversas formas, promoviendo la paz, la seguridad y el bienestar de las comunidades, con un enfoque especial en la protección de grupos vulnerables. - Salud: Proyectos que mejoran el acceso a servicios de salud básicos, promueven la prevención de enfermedades y fortalecen los sistemas de salud en comunidades desfavorecidas.
- Sensibilización: Acciones dirigidas a concienciar a la ciudadanía sobre los desafíos globales y la importancia de la cooperación al desarrollo, fomentando una cultura de solidaridad y compromiso social.
- Servicios Sociales: Iniciativas que fortalecen los sistemas de protección social, garantizando el acceso a servicios básicos y apoyando a poblaciones en situación de vulnerabilidad.
- Vivienda: Proyectos que buscan mejorar las condiciones de vivienda y el acceso a un hábitat digno, especialmente en comunidades marginadas y en contextos de pobreza urbana.
Las modalidades de subvención, por su parte, definen la naturaleza de la intervención y los mecanismos de financiación. Y el presupuesto asignado a cada proyecto es un indicador clave de la importancia que el Ayuntamiento otorga a cada una de estas iniciativas.
El cruce entre las modalidades de intervención y los ámbitos de trabajo revela una estructura coherente con los objetivos estratégicos de la cooperación municipal, pero también evidencia una concentración temática que responde a condicionantes presupuestarios y operativos. La relación entre modalidad y ámbito no es arbitraria, sino que refleja la lógica funcional de cada tipo de intervención y sus requerimientos técnicos.
Las modalidades A1 y A2, vinculadas a la cooperación al desarrollo en el exterior, muestran un patrón de distribución diferenciado: A1 (sin inversión) se ha asociado principalmente a proyectos en salud, desarrollo económico y derechos humanos, donde las intervenciones se basan en formación, asistencia técnica o fortalecimiento institucional. Por su parte, A2 (con inversión) ha estado tradicionalmente relacionada con educación y agua y saneamiento, ámbitos que requieren infraestructura, equipamiento o mejoras físicas en terreno. La desaparición de la modalidad A2 en 2023 coincide con la ausencia de proyectos en estos sectores, lo que sugiere una dependencia directa entre la existencia de esta modalidad y la viabilidad de ciertos ámbitos de intervención.
Las modalidades C1 y C2, orientadas a la sensibilización tanto en población general como en colectivos migrantes y refugiados, se han vinculado de forma casi exclusiva a los ámbitos de educación para el desarrollo, sensibilización social y, en menor medida, derechos humanos e igualdad de género. Este enfoque ha permitido consolidar proyectos de carácter educativo, comunicativo y participativo, con un alto componente de trabajo comunitario y enfoque de derechos.
Cabe destacar que la modalidad B (acción humanitaria) ha tenido una presencia residual en el periodo analizado, y cuando se ha activado, ha estado asociada a ámbitos de emergencia sanitaria o alimentaria, en contextos muy específicos. Su escasa utilización se explica por la naturaleza reactiva de este tipo de financiación y por la preferencia institucional por modelos de cooperación más estructurales y sostenibles.
Por último, es importante señalar que Prevención de Violencia y Vivienda son ámbitos con una presencia menos destacada en los proyectos analizados, lo que sugiere una menor asignación de recursos o un enfoque más limitado en estas áreas temáticas.
El análisis de los ámbitos de trabajo por modalidad muestra cómo las prioridades temáticas varían significativamente según el enfoque del proyecto. En los proyectos de cooperación sin inversión, agrupados bajo la modalidad A1, destacan particularmente los proyectos de desarrollo económico y los del ámbito de la salud, con una representación considerablemente mayor en comparación con otras áreas. Esta modalidad también ha abordado de manera puntual necesidades relacionadas con agua y saneamiento, emergencias, prevención de violencia y vivienda, aunque en menor medida.
Por su parte, los proyectos de cooperación que implican inversión (modalidad A2), presentan una distribución distinta, donde la educación figura como el ámbito más destacado, seguida por intervenciones limitadas en agua y saneamiento, desarrollo económico y emergencias. Este patrón refleja un enfoque más selectivo, priorizando áreas que requieren infraestructura o recursos materiales.
La modalidad B, orientada a la acción humanitaria, se centra predominantemente en el ámbito de emergencias, lo que es coherente con su naturaleza de respuesta inmediata a crisis. Sin embargo, también aborda de forma marginal ámbitos como la educación y el acceso al agua, mostrando su capacidad de adaptación a necesidades específicas en contextos críticos.
En contraste, los proyectos de sensibilización y educación para el desarrollo, agrupados bajo la modalidad C1, exhiben una alta concentración en los ámbitos de educación y sensibilización. Estas áreas dominan claramente en este tipo de proyectos, mientras que otros ámbitos no están representados, indicando una focalización temática precisa. Finalmente, los proyectos dirigidos a población inmigrante y refugiada, correspondientes a la modalidad C2, priorizan la sensibilización, con una representación más moderada en el ámbito de la educación.
Presupuesto y ámbitos de trabajo
El análisis desagregado por año, modalidad de intervención y ámbito de trabajo permite identificar patrones de comportamiento presupuestario que reflejan las decisiones estratégicas en la cooperación municipal entre 2020 y 2023. Esta perspectiva temporal es especialmente relevante en un contexto de disponibilidad financiera variable, donde las prioridades de intervención se ajustan a las limitaciones presupuestarias y al marco político e institucional de cada ejercicio.
Desde el punto de vista presupuestario, se observa una fuerte concentración de recursos en las modalidades A1 y C1, con una progresiva consolidación de esta última a partir de 2021. En 2020, destacan los fondos dirigidos a salud (276.625,90 €) y desarrollo económico (196.785 €) dentro de la modalidad A1, mientras que A2 canalizó inversiones importantes en educación (150.000 €) y agua y saneamiento (148.141 €). La modalidad C1, en ese mismo año, se centró en sensibilización (75.197,80 €) y educación (60.000 €).
En 2021, la modalidad A1 vuelve a ser predominante en desarrollo económico (265.207,96 €) y servicios sociales (150.115,56 €). La modalidad A2 mantuvo una inversión significativa en salud (150.000 €) y vivienda (134.753 €). Por su parte, C1 reforzó su presencia con 77.622,32 € en sensibilización y 72.377,38 € en educación. En 2022, el mayor presupuesto en A1 fue para desarrollo económico (316.641,31 €), mientras que A2 destinó 186.664,22 € a educación. C1 mantuvo su foco en educación y sensibilización con asignaciones menores (ambas por debajo de 36.000 €).
En 2023, con una fuerte contracción presupuestaria, la modalidad A1 canalizó 396.884,74 € hacia desarrollo económico y 311.451 € a salud, mientras que la modalidad C1 apenas superó los 20.000 € en total y las modalidades A2 y B no estuvieron presentes. Esta evolución presupuestaria está directamente relacionada con la caída del presupuesto total disponible ese año, lo que forzó un ajuste hacia modalidades más sostenibles en términos de coste estructural y operatividad, como las intervenciones de sensibilización o fortalecimiento de capacidades.
La variable año se comporta, por tanto, como un factor determinante en la configuración del mapa de la cooperación municipal. En 2020 y 2021, los proyectos en los ámbitos de educación, salud y agua y saneamiento se reparten de forma más equilibrada, con una presencia relevante de la modalidad A2. A partir de 2022, y especialmente en 2023, se acentúa una reorientación clara hacia proyectos de educación y sensibilización, tanto en modalidad C1 como C2, coincidiendo con la menor dotación presupuestaria y con una estrategia de impacto a medio-largo plazo.
Este comportamiento sugiere un doble fenómeno: por un lado, la consolidación de un modelo de cooperación en el que la educación como herramienta de transformación social forma parte de los objetivos principales de los proyectos desarrollados; por otro, una respuesta adaptativa a la contracción presupuestaria, priorizando intervenciones con menor requerimiento de inversión física y mayor capacidad de implementación en contextos de incertidumbre financiera.
Países de destino y ODS
El Ayuntamiento de Sevilla ha destinado un presupuesto significativo en sus convocatorias de subvenciones del periodo 2020-2023, con una cantidad movilizada de más de 3 millones de euros dirigidos a proyectos internacionales, excluyendo los proyectos locales desarrollados en Sevilla. Este esfuerzo se extiende en 13 países de América Latina, Asia y África.
En Centroamérica y el Caribe, el apoyo financiero se ha distribuido entre países como El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y República Dominicana, con una movilización de más de 1,5 millones de euros. Estas inversiones están orientadas al desarrollo educativo, la mejora de las condiciones sanitarias y el fortalecimiento comunitario, abordando desafíos estructurales que afectan a las poblaciones más vulnerables de la región.
En América del Sur, Bolivia y Perú han sido los principales beneficiarios. Destaca Perú, que ha recibido el mayor volumen de fondos entre todas las regiones y países, con más de un millón de euros destinados a sus proyectos. Las iniciativas en esta región buscan reducir desigualdades sociales y económicas, mejorar el acceso a servicios de salud y fomentar la inclusión económica, demostrando un compromiso significativo con las comunidades en situación de mayor desventaja.
En Asia y Oriente Próximo, los recursos se han concentrado en India y Palestina, con más de 400.000 euros movilizados para proyectos que promueven la salud comunitaria, la educación inclusiva y la equidad de género. Estas intervenciones buscan responder a las necesidades de poblaciones que enfrentan retos significativos en términos de acceso a servicios básicos y derechos fundamentales.
En África, las comunidades saharauis, así como países como Costa de Marfil, Mozambique, Nigeria, Mali y Marruecos, han sido receptores de un apoyo financiero que supera los 1,1 millones de euros. Las iniciativas en esta región han estado marcadas por un enfoque en el desarrollo social de las poblaciones saharauis, incluyendo mejoras en infraestructuras básicas, acceso al agua y fortalecimiento de la cohesión social. En Marruecos, los proyectos se han centrado en la educación y los derechos humanos, reflejando un esfuerzo por apoyar comunidades vulnerables y promover la equidad.
Las organizaciones no gubernamentales para el desarrollo (ONGD) que lideran estas intervenciones han alineado sus estrategias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La educación de calidad (ODS4) ha sido una prioridad, especialmente en América Latina y África, donde los proyectos se centran en mejorar la infraestructura educativa, formar docentes y garantizar el acceso a la educación para niñas y niños en situación de vulnerabilidad. La salud y el bienestar (ODS3) han sido igualmente relevantes, con iniciativas en India y Centroamérica que mejoran el acceso a servicios esenciales para mujeres y comunidades rurales.
Además, la reducción de desigualdades (ODS10) ha guiado proyectos en América del Sur y las comunidades saharauis, abordando las brechas económicas y sociales con un enfoque en la equidad de género y la integración comunitaria. Por último, la gestión sostenible del agua (ODS6) ha sido un eje crucial, particularmente en las poblaciones saharauis, donde el acceso al agua potable y los sistemas de saneamiento son una necesidad crítica.
Comparativa estatal de presupuestos municipales de cooperación (2020–2024)
El análisis comparativo de las cinco ciudades más pobladas de España —Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza— permite situar el presupuesto de Sevilla en relación con otras políticas locales de cooperación al desarrollo. A pesar de que Sevilla ocupa el cuarto lugar en población, su volumen presupuestario es inferior al de ciudades como Zaragoza o Valencia en varios ejercicios, lo que evidencia un margen de mejora en el esfuerzo financiero de la cooperación descentralizada sevillana.
Entre 2020 y 2022, Barcelona y Madrid lideraron con claridad la inversión pública en cooperación, ambas por encima de los 10 millones de euros en sus mejores años. Barcelona, en particular, ha mantenido una línea estable, superando los 10 millones anuales hasta 2023, aunque en 2024 presenta una reducción significativa de los fondos imputados al ejercicio (5,44 millones de euros), debido al fraccionamiento de la convocatoria en dos presupuestos. Madrid ha mostrado una evolución creciente, con un ligero ajuste en 2023 y recuperación parcial en 2024.
Valencia, Sevilla y Zaragoza componen el grupo de ciudades con presupuestos más moderados. Valencia presenta una evolución oscilante, mientras que Zaragoza destaca por un presupuesto inusualmente alto en 2020 (más de 3 millones de euros), seguido de una tendencia descendente. Por su parte, Sevilla muestra una recuperación en 2024 (1.627.426,77 €), tras una caída preocupante en 2023, aunque aún no alcanza las cifras de años anteriores ni de otras ciudades comparables en población.
Esta comparación subraya la importancia de contar con una financiación estable y sostenida para garantizar la continuidad y el impacto de las políticas públicas de cooperación, así como la necesidad de que Sevilla fortalezca su inversión para alinearse con los estándares de otras capitales españolas.
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