Evolución del Presupuesto (2020-2023)
Durante el período 2020-2023, el Ayuntamiento de Sevilla destinó un total de 5.445.000 euros a proyectos subvencionados, de los cuales 2.732.822,05 euros (50,19%) fueron gestionados por socios de la ASONGD. La participación de esta entidad en la movilización de recursos varió significativamente a lo largo del período, reflejando tanto cambios en las convocatorias como su capacidad para canalizar fondos hacia iniciativas de desarrollo. En 2020, las organizaciones socias de la ASONGD gestionaron el 44,09% del presupuesto total (692.136,80 euros de 1.570.000 euros), incrementándose al 62,52% en 2021 (875.326,38 euros de 1.400.000 euros), lo que evidenció su eficacia en la absorción y gestión de recursos. Sin embargo, en 2022, su participación disminuyó al 42,89% (609.009,13 euros de 1.420.000 euros), seguido de un leve aumento al 52,73% en 2023 (556.349,74 euros de 1.055.000 euros), año de la menor dotación presupuestaria del período, en el que no se subvencionaron proyectos de cooperación con inversión (modalidad A2) y acción humanitaria (modalidad B).
La trayectoria de estos cuatro años subraya el papel central de la ASONGD en la ejecución de proyectos subvencionados, gestionando en promedio cerca del 50% del presupuesto disponible. Su capacidad constante para movilizar recursos y su presencia sostenida en convocatorias la consolidan como un actor clave en la cooperación municipal, contribuyendo al desarrollo de iniciativas impulsadas desde la sociedad civil. A pesar de las fluctuaciones en su participación, la ASONGD ha demostrado su relevancia en la gestión de fondos públicos y su impacto en programas de desarrollo social.
El éxito de estos proyectos se sustenta en la experiencia técnica de las organizaciones socias de la ASONGD, cuyo conocimiento del territorio y de las necesidades locales garantiza la ejecución efectiva de los fondos en áreas críticas como educación, salud, desarrollo comunitario y protección ambiental. Este enfoque no solo maximiza el impacto de los recursos, sino que también refuerza el papel de Sevilla en la cooperación internacional al desarrollo, traduciendo los fondos públicos en resultados tangibles para las comunidades beneficiarias.
Modalidades de proyectos y ámbitos de trabajo
El análisis de los ámbitos de trabajo en relación con el número de proyectos y su evolución a lo largo de los años permite una visión más detallada sobre las prioridades estratégicas del Ayuntamiento de Sevilla en su financiación a través de las organizaciones socias de la ASONGD. En términos generales, los ámbitos de trabajo más recurrentes incluyen educación, salud, emergencia, agua y saneamiento, y sensibilización, con variaciones en su distribución a lo largo de los años.
Desde el punto de vista del presupuesto asignado, se observa una concentración significativa en proyectos vinculados a educación y sensibilización, lo que está en línea con la tendencia ya identificada de un mayor énfasis en las modalidades Educación y sensibilización (C1) y Sensibilización población migrante y refugiada (C2). Estos ámbitos han recibido financiamiento constante, reflejando una estrategia centrada en la formación y la concienciación como herramientas clave para el desarrollo y la cohesión social. En contraste, los proyectos de agua y saneamiento, emergencia y salud han tenido menor presencia en términos de número de intervenciones y montos comprometidos, lo que indica una menor prioridad en comparación con iniciativas de carácter educativo y social.
El análisis de la evolución por años muestra que en 2020 y 2021, los ámbitos de educación y sensibilización tuvieron una presencia destacada, mientras que los proyectos de emergencia y salud fueron menos frecuentes y se distribuyeron de manera más selectiva. En 2023, la ausencia de proyectos en ámbitos como agua y saneamiento o emergencia refuerza la idea de un cambio de enfoque en la cooperación municipal, pasando de la financiación de infraestructuras y asistencia directa hacia programas orientados al fortalecimiento de capacidades y cambios estructurales en el tejido social de las comunidades destinatarias.
La relación entre los ámbitos de trabajo y las modalidades de intervención confirma que los Proyectos de cooperación sin inversión (A1) han estado vinculados principalmente a iniciativas en salud y desarrollo económico, mientras que los Proyectos de cooperación con inversión (A2) han abarcado ámbitos con necesidades de infraestructura, como educación y agua y saneamiento. La desaparición de esta última modalidad en 2023 indica que las intervenciones de gran escala con inversión física han sido reemplazadas por proyectos más focalizados en formación y sensibilización, alineándose con la evolución general del presupuesto municipal.
Desde una perspectiva estratégica, el predominio de proyectos en educación y sensibilización también está reflejado en la distribución por Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El análisis de los ODS por modalidad muestra que las intervenciones han estado orientadas en gran medida hacia el ODS4 (Educación de Calidad), ODS16 (Paz, Justicia e Instituciones Sólidas) y ODS5 (Igualdad de Género), lo que refuerza la orientación hacia el fortalecimiento de capacidades y la cohesión social. Por otro lado, ámbitos tradicionalmente vinculados a la respuesta a necesidades básicas, como salud y emergencia, han sido menos priorizados, lo que sugiere un giro en la cooperación municipal hacia estrategias de impacto a largo plazo.
Distribución geográfica de los fondos
Con base en los datos de presupuesto por país, se evidencia que la distribución de financiamiento sigue una estrategia focalizada en territorios prioritarios, con una clara orientación hacia intervenciones de gran escala y alto impacto. Perú se posiciona como el principal receptor de recursos, con un monto total comprometido de 399.941,62 euros, superando a El Salvador (324.080,00 euros) y a la Población Saharaui (295.000,00 euros). Esta asignación sugiere una priorización estratégica hacia proyectos estructurales en Perú, probablemente en sectores clave como educación, desarrollo económico o fortalecimiento institucional, lo que refleja un enfoque en iniciativas transformadoras y sostenibles.
La inversión en El Salvador y Guatemala, que figuran entre los países con mayor número de proyectos, indica que la estrategia no solo se centra en la cantidad de intervenciones, sino también en la asignación de recursos proporcional a las necesidades identificadas en cada territorio. Asimismo, Mali (219.282,13 euros) y Marruecos (212.092,70 euros) destacan como receptores significativos de financiamiento, lo que demuestra una distribución geográfica equilibrada que abarca tanto América Latina como el continente africano, con especial atención a regiones como el Sahel y el Norte de África.
Cabe destacar la asignación de una partida presupuestaria relevante para Sevilla (285.926,18 euros), lo que sugiere que una porción del presupuesto de cooperación se ha destinado a intervenciones locales. Estas iniciativas podrían estar vinculadas a programas de sensibilización, apoyo a población migrante y refugiada, o fortalecimiento de capacidades en el ámbito municipal, reflejando una estrategia integral que combina acciones globales con impactos locales.
En conjunto, este análisis confirma que ASONGD mantiene una fuerte presencia en América Latina, con Perú como principal beneficiario, mientras refuerza su enfoque en África del Norte y el Sahel. Esta distribución presupuestaria refleja una apuesta clara por programas estructurales, alineados con la evolución observada en la financiación por modalidad y ámbito de trabajo. Se priorizan cada vez más acciones de fortalecimiento institucional, sensibilización y educación, en detrimento de inversiones en infraestructura o asistencia humanitaria inmediata, lo que subraya un enfoque estratégico hacia el desarrollo sostenible y la creación de capacidades locales.